10 diciembre, 2014



El Catire y el Criollo


De nuevo sale el sol y se asoma por mi ventana, al mismo tiempo un “buenos días amor”, dos patas sobre mi lecho y una cola agitándose me sacuden ¿hay acaso un mejor despertar? 
Dos amores que se hacen presentes en mi día y se expresan de diferentes maneras: uno me lame y con sus ojos dice “te quiero” y el otro con un abrazo me quita los pesares.

Ellos llegaron a mi vida al mismo tiempo, sin permiso, sólo aparecieron y ya, desde entonces no sé qué haría sin ellos, desde entonces no he estado sola ni un momento.

Entre risas, suspiros y lágrimas han estado los dos conmigo y aunque a veces se celan el uno con el otro, siempre seremos los tres para todo pues este es el amor más puro y sincero que se expresa en forma de galletas para perro y algo de comer; un amor compartido entre los tres.

Para uno soy el amo, para el otro un amor. A uno lo peino, al otro lo despeino. A uno le rasco la panza, el otro provoca cosquillas en mi panza; así funciona, indiscutiblemente ellos son mi debilidad, pero lo mejor del caso es que los tres podemos estar juntos sin dificultad

Siempre están conmigo así yo no este con ellos, no hay día en que en mi mente no este uno de los dos. Y aunque dicen que no es amor estar con él y pensar en otro, yo sé que ellos saben lo que todos saben, lo mucho que los quiero.

El Catire y el Criollo son lo mejor de mi vida, mientras que uno en silencio calla y al mirarme expresa mil cosas, el otro ambienta el rato con elocuentes palabras y  mil tonterías para sonreír, esas tonterías que me hacen feliz.



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